El "Control Parental", ese gran desconocido

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El "Control Parental", ese gran desconocido

CiberSOS
Publicado de CiberSOS en Ciber Kids · 19 Junio 2023
El control parental es una herramienta que permite a los padres y tutores supervisar y limitar el uso que hacen sus hijos de Internet y de los dispositivos electrónicos. Su objetivo es proteger a los menores de los contenidos inapropiados, los riesgos y las amenazas que existen en la red, como el ciberacoso, la pornografía, el malware o el grooming.
 
El control parental puede implementarse mediante aplicaciones específicas que se instalan en los dispositivos de los menores, o mediante la configuración de los propios sistemas operativos, navegadores o plataformas digitales. Estas herramientas permiten bloquear el acceso a determinadas páginas web o categorías de búsqueda, limitar el tiempo de conexión o las descargas, monitorizar el historial de navegación o las redes sociales, o recibir alertas en caso de detectar alguna actividad sospechosa.

El uso del control parental ofrece varias ventajas tanto para los padres como para los hijos.

1. Prevenir el acceso a contenidos inapropiados: Internet es una fuente inagotable de información y entretenimiento, pero también alberga contenidos que pueden ser perjudiciales para el desarrollo psicosocial de los menores, como la violencia, el sexo, las drogas o el odio. El control parental permite filtrar estos contenidos y evitar que los menores los vean accidental o intencionadamente.
  

2. Proteger la privacidad y la seguridad: Los menores pueden ser víctimas de delitos como el robo de identidad, el phishing, el sexting o el ciberacoso si no tienen cuidado con la información que comparten en Internet o con las personas con las que se comunican. El control parental ayuda a prevenir estos riesgos al restringir el acceso a sitios web no seguros, limitar las descargas de archivos potencialmente peligrosos, o supervisar las interacciones en las redes sociales.
 
 
3. Fomentar el uso responsable y saludable: Internet puede ser una herramienta muy útil para el aprendizaje y la diversión de los menores, pero también puede generar adicción, distracción o aislamiento si se abusa de ella. El control parental permite establecer límites al tiempo de conexión y a las actividades que se realizan en línea, favoreciendo así un uso equilibrado y consciente de la tecnología.
 
 
4. Educar en valores y competencias digitales: El control parental no debe ser una medida impuesta sin más, sino una oportunidad para dialogar con los hijos sobre los beneficios y los riesgos de Internet, así como sobre las normas y los valores que deben regir su comportamiento en línea. El control parental facilita este proceso educativo al proporcionar información y orientación a los padres y a los hijos sobre cómo navegar de forma segura, ética y crítica.
 
 
5. Adaptarse a las necesidades y características de cada menor: Cada niño o adolescente tiene una edad, una personalidad, unos intereses y unas circunstancias diferentes que influyen en su forma de relacionarse con Internet y con los dispositivos electrónicos. El control parental permite personalizar los ajustes y las opciones según las necesidades y características de cada menor, teniendo en cuenta su nivel de madurez, confianza y responsabilidad.
 
 
6. Ahorrar tiempo y esfuerzo: Supervisar constantemente lo que hacen los hijos en Internet puede resultar agotador y poco práctico para los padres, especialmente si tienen varios hijos o si estos usan varios dispositivos. El control parental simplifica esta tarea al automatizar algunas funciones y al enviar informes o alertas a los padres cuando sea necesario.
 
 
7. Aumentar la tranquilidad y la confianza: Saber que los hijos están protegidos y que hacen un uso adecuado de Internet puede reducir el estrés y la preocupación de los padres, así como mejorar la relación familiar. El control parental puede aumentar la tranquilidad y la confianza de los padres al ofrecerles un mayor control y una mayor información sobre la actividad online de sus hijos.
 
 
El uso del control parental ofrece varias desventajas tanto para los padres como para los hijos. A continuación, se enumeran algunas de ellas:
 
1. Puede generar desconfianza o resentimiento en los hijos: Si los padres aplican el control parental de forma excesiva, arbitraria o sin consenso, pueden provocar que los hijos se sientan vigilados, invadidos o castigados, lo que puede afectar negativamente a la relación familiar y al clima de confianza mutua. Los hijos pueden percibir el control parental como una falta de respeto a su intimidad, autonomía o madurez, y reaccionar con rebeldía, mentiras o engaños.
   
2. Puede ser ineficaz o contraproducente: El control parental no es infalible ni sustituye la educación y la supervisión directa de los padres, ya que los hijos pueden encontrar formas de saltarse los controles o acceder a contenidos no filtrados. Además, el control parental puede crear una falsa sensación de seguridad en los padres, que pueden descuidar otros aspectos importantes como el diálogo, la orientación o el acompañamiento de sus hijos en el uso de Internet.
 
3. Puede limitar el aprendizaje y el desarrollo de los hijos: El control parental puede tener un efecto negativo en el aprendizaje y el desarrollo de los hijos si se aplica de forma indiscriminada o sin criterio. Algunos contenidos que pueden parecer inapropiados para los padres pueden ser en realidad educativos, informativos o entretenidos para los hijos, según su edad, intereses o necesidades. El control parental puede impedir que los hijos accedan a recursos valiosos para su formación, diversión o socialización.
 
 
“Tiene que ser una herramienta complementaria y no sustitutiva de la educación y la supervisión de los padres. No se trata de prohibir o restringir todo lo que pueda ser potencialmente peligroso, sino de establecer unos límites razonables y adaptados a la edad, madurez y circunstancias de cada hijo. Debe ser revisado periódicamente y ajustado según las necesidades y cambios que se produzcan.
  

“Hay que aplicarlo con el conocimiento y el acuerdo de los hijos, explicándoles las razones y los beneficios que tiene para su seguridad y bienestar. Los padres deben respetar la privacidad y la autonomía de sus hijos, y evitar invadir o espiar sus actividades sin motivo justificado. Debe ser un medio para fomentar la confianza y la comunicación entre padres e hijos, no para generar conflictos o desencuentros.
 
 
“Hay que usarlo con con criterio y sentido común, teniendo en cuenta que no todos los contenidos son iguales ni tienen el mismo efecto en todos los hijos. Los padres deben informarse y conocer los tipos de contenidos que existen en Internet, así como los intereses, gustos y preferencias de sus hijos. Debe ser un recurso para orientar y acompañar a los hijos en el uso de Internet, no para impedirles o limitarles su acceso.


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